martes, 12 de abril de 2016

RECUERDOS DE 1968


TU I YO

Tú, yo y los demás, 
alrededor de una mesa
 de juicio, juzgamos.
Creamos y destruimos,
reducimos a escombros o enaltecemos
castillos en la arena del sueño
que siempre el mar borra
con su suave
lánguida y mansa
lengua de perro.

Tú, yo y también los demás,
porque sufrimos y soñamos
en un lejano día
de pureza y de amor.
Tú, yo y también los demás,
miramos eternamente
el espacio infinito
del desierto de nuestra existencia.

Tú, yo y los demás,
guardamos unos recuerdos
unos sueños cerrados
en el rincón más escondido de nosotros,
que quisiéramos fuese secreto.
Todos conocen este rincón,
todos guardamos allí dentro
el deseo inconfesable
que nos hace diferentes
únicos, distintos,
según creemos,
a todos los seres de la tierra.

Y en el fondo,
todos iguales, nos miramos,
intentando averiguar
la realidad de la existencia,
el incomprendido porque de amar,
la realidad inconclusa
y el eterno desengaño.